Gent esperant el pas de l'enterrament de Saifullah, un militant del Caixmir indi
(foto: Danisch Ismail)
No ha sabido decir ni buenas tardes ni buenas noches ni buenos días ni hola qué tal cómo está usted a ninguno de los dos reyes. Es normal su mudez: procede de la noche avarienta de pan y carne del campesinado ibérico, de la noche de los locos y de los retrasados mentales, y en su genética solo hay terror y angustia y error.
Manuel Vilas Ordesa. Barcelona: Alfaguara, 2018, p. 43.