18 de setembre del 2013

Tram 626

Via Catalana. Vilademuls (Pla de l'Estany)

Lo que nos ofrecieron a todos los catalanes en su día fue ciudadanía libre y alegre frente a canallas amargados y matones. Al ministro que amenazó con el Ejército le oponen gente de todas las edades con bocadillos, camisetas y banderas. No se valorará la dimensión de ese gran acto cívico si no se cae en la cuenta de que no era un manifestación como la que hubo hace unos meses. La Via Catalana fue el resultado de un trabajo organizativo de meses, cada persona se anotó y se dirigió al lugar donde le correspondía en el mapa de la cadena. No fue un calentón de un día o una semana, un momento de enfado que ocupa las calles, sino que cada ciudadano o ciudadana se buscó su camiseta y se apuntó con tiempo para ocupar su lugar correspondiente. No se trataba de una multitud de manifestantes sino de una ciudadanía organizada voluntariamente y desde abajo, hablamos de un pueblo decidido que tiene una decisión tremendamente madurada porque la ha ido elaborando a través de los años y de sucesivas experiencias que le fueron demostrando una tras de otra que el Estado español no reconocía sus demandas y no protegía su lengua ni tampoco sus intereses. No es una ocurrencia repentina.

Suso de Toro "Admiremos a Cataluña" eldiario.es (12.9.2013)