Foto: FBarniol
Entonces, al ver desde mi sillón de viejo enardecerse y palidecer en la oscuridad la brasa del cigarro, a veces siento una nostalgia llena de hondos pesares. Es nostalgia y pesar de la juventud, de la belleza, de la acción, de todo cuanto sucumbió al tiempo, pero tambien de lo que no llegó a vivirse, de los alegres decires nunca dichos, de las correrías nunca emprendidas, de los amigos que no tuve, del amor apenas entrevista, de la vida dilapidada en vano, y de lo breve e ilusorio de los ahoras, de los mañanas y de los entonces, y de todo este pobre negocio de años y de afanes de que está hecha la vida.
Luis Landero El balcón en invierno. Barcelona: Tusquets, 2014, pàg.19-20.