Plaça Waterloo, Londres, 1899
Si decía que el paisaje de una ciudad es su arquitectura, ahora casi me parece que es la lengua que habla, su lengua como ambiente, acento, tonalidad, dialecto, como sonido patrio, música de la patria, y el que consigue hacerla audible invoca también el espíritu del paisaje con el que está tan íntimamente unida, cuya manifestación acústica es.
Thomas Mann Sobre mí mismo [Über Mich Selbst, 1983]. Trad. Carlos Fortea. Barcelona: Edhasa, 2016, pàg. 45.