Una fractura en el gel de l'Antàrtida separa un fragment que és 20 cops més gran que Manhattan (@estelsiplanetes). Gener de 2021. Foto: Halley team/British Antarctic Survey
Uno no puede huir de sí mismo, ni esconderse. Por mucho que se vaya a Escocia, a Australia o a la estación espacial, uno se lleva sus jugos gástricos consigo y, tarde o temprano, le sube la acidez por el esófago y el eructo que produce es pestilente.
Jesús Carrasco Llévame a casa. Barcelona: Seix Barral, 2021, p. 95