Per idem tempus conditorium et corpus Magni Alexandria, cum prolatum et penetrali subiecisset oculis, corona aurea imposita ac floribus aspersis veneratus est, consultusque, num et Ptolemaeum inspicere vellet, regem se voluisse ait videre, non mortuos.
Cuando le
trajeron del santuario el sarcófago de Alejandro, Augusto miró el cuerpo y, a
continuación, dejó una corona de oro sobre la caja de cristal y esparció
algunas flores para mostrarle sus respetos. Cuando le preguntaron si quería ver
también a Ptolomeo, Augusto contestó: “Lo que deseaba era ver a un rey, no
cadáveres”.
Suetoni Vida d’August 18, 1 [citat per Robin
Lane Fox Alejandro Magno. Conquistador del mundo. Trad. Maite Solana. Barcelona: Acantilado, 2007]